El 27 y 28 de febrero de 1989 ocurre un levantamiento popular en las ciudades de Caracas y Guarenas contra la aplicación forzada por parte del Gobierno de Carlos Andrés Pérez de políticas económicas neoliberales que obedecían a un programa de ajustes macroeconómico promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La liberación de precios, el aumento del pasaje y la eliminación del cambio en la divisa generaron un ajuste violento y brusco para las personas de menores ingresos que inmediatamente salieron a la calle, generando un conjunto de protestas populares que condujo al llamado “Caracazo”.
Este levantamiento popular hizo tambalear las bases de la democracia representativa, el descontento en todos los sectores sociales se fue acumulando, incluyendo a las capas medias y bajas de las Fuerzas Armadas en particular la Guardia Nacional y el Ejército, quienes fueron utilizados en la represión contra el pueblo en estos sucesos.
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